jueves, 14 de agosto de 2014

Un silbo apacible y delicado.

"Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado." (I Reyes 19:11-12 RV60)

He leído este par de versículos tantas veces como se pueda uno imaginar, y nunca me ha dejado de sorprender. Una vez, el pastor de mi iglesia decía: "Dios no grita, susurra para que estemos cerca de Él mientras habla"; como se habla con un amigo.

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