viernes, 9 de enero de 2015

Puente



Gustavo Cerati

Hoy te busqué
en la rima que duerme
con todas las palabras. 
Si algo callé
es porque entendí todo
menos la distancia. 

Desordené átomos tuyos
para hacerte aparecer. 

Un día más, un día más... 

Arriba el sol
abajo el reflejo
de como estalla mi alma. 
Ya estás aquí
y el paso que dimos
es causa y es efecto. 

Cruza el amor
yo cruzaré los dedos
gracias por venir
gracias por venir. 

Adorable puente
se ha creado entre los dos. 

Cruza el amor
yo cruzaré los dedos
gracias por venir
gracias por venir. 

Adorable puente. 

Cruza el amor
cruza el amor por el puente. 
Usa el amor
usa el amor como un puente.


Últimamente, no sé porqué escucho la música que escucho, ni tampoco porqué todo lo que escucho se me pega como chicle. Tenía mucho tiempo de no escuchar el disco "Bocanada" de Cerati, de dónde sale esta joya, he de confesar que me vi influencia a volver a hacerlo luego de que pasara la ola de "nuevos fans" que provoca la muerte de un artista de esta magnitud.

Carta a M



Amada M:

El número exacto de la cantidad de veces que he intentado escribirte desde tu  partida lo desconozco, sé que han sido muchos y además sé que no viene al caso. Me hubiera gustado haber comenzado a escribirla diferente, pero siendo honesto, como lo intenté ser todo el tiempo que estuvimos juntos, no sé como se escriben este tipo de cartas, entonces iré directamente al punto: "Amada M, te extraño en demasía.." Esta frase, obligatoriamente, tendría que ir acompañada de las razones por las cuales realizo esta aseveración, además de las cosas que más extraño de ti, pero mientras lo hacía me pareció que algunas no vienen al caso, eso sí, quiero citar las que odio cuánto me arruinaste: "Desde que te fuiste odio toparme con un libro de Kafka, de Borges o de Márquez, porque eran tuyos, nunca nuestros y sin duda alguna, odio verte en cada lugar donde comimos juntos, donde esperamos, donde, sin querer y de forma inocente, nos tomamos de la mano por primera vez...", ¡cuánta cursilería se derrocha cuando se extraña!. Existe, además, otra problema que me asusta y es que mientras camino se reviven los sucesos, hecho que me molesta bastante pero que tampoco puedo achacarle a alguien toda la culpa. He aprendido a convivir con esto, quizás porque estoy convencido de que no estás y no estarás, que esa ilusión que recrea mi mente no eres tú y que por supuesto, no se pueden vivir de los recuerdos que se han diluido con el paso del tiempo. No voy a mentirte, se puede decir que hay ademanes de ti que ya olvidé, gestos y sonidos que las fotos no me transmiten, pero sin duda recuerdo los que más me gustaban, como tu risa nerviosa, la forma en que decías que algo te gustaba o como pronunciabas mi nombre, tal vez, porque no las he vuelto a encontrar en nadie y cómo yo lo recuerdo, son sólo tuyos. El martes pasado, estando en un restaurante distinto al nuestro y conversando con una amiga, apareciste de repente, algo tan usual en ti, que tuve miedo. Las palabras iban y venían, y para variar, se hacía tarde, mientras resolvíamos unos asuntos empecé poco a poco a perderme en el café de sus ojos y cuando caí en cuenta eras tú, toda tú, tu pelo, tus ojos, tu hablar, no lo podía creer, asustado me levanté, y me dirigí al baño, empecé a echarme agua en la cara para demostrarme a mí mismo que no estaba soñando... Después de un rato, volví a su lado o tu lado, no lo sé, y estaba (o estabas) esperándome, conseguí volver a concentrarme en la conversación anterior, como no lo podía hacer contigo, y me convencí que no podías ser tú, por el hecho de lo mucho que odias ese tipo de charlas y mis bromas, ambas que a está "versión" tuya parecía interesarle. No lo soporté, es cierto, y me despedí aduciendo cansancio. Al día siguiente la volví a ver, y ya no estabas, volvió a ser ella otra vez, hecho que me desilusionó un poco, pero que normalizó la situación nuevamente. He de confesar, que días posteriores intenté repetir el proceso para verte de nuevo, sin conseguir éxito alguno. Y así pasó los días, hay algunos que se pierde, otros que se gana. Tiempo que se pierde, noches que se regalan, felicidad olvidada, tristeza solamente mía. Y aquí estoy, extrañándote como nadie nunca lo ha hecho, o eso me gusta pensar; y esperando que estas letras te alcancen, mientras voy a mis soledades aunque vengo de ellas porque para andar contigo sólo me bastan mis pensamientos...