miércoles, 9 de enero de 2013

"En una eternidad SIEMPRE se puede empezar de nuevo..."

"Puedo escribir la prosa más triste está noche..." Está bien, no, esto jamás emulará lo hecho por el maestro Neruda, y creo que nunca voy a llegar a algo similar, ni un poema de amor, mucho menos una canción desesperada, aunque esta prosa si logre desesperar... lo que si puedo externar estimado no-lector es que hay en mí alguna urgencia por escribir la primera entrada al blog del año, como me dijo una amiga, hay veces en que si no se hace "uno se siente como ahogado".

Me resulta increíble lo rápido que pasa el tiempo, y creo que sobre esto había escrito antes, pero también como las cosas se deformar y pierden, por así decirlo, su "magia" con él. Solo por citar un ejemplo: la recién pasada época navideña no está ni cerca de ser lo que era hace tan solo cinco o seis años,simplemente ya no la disfruto como antes. Ni yo ni mi familia hemos tenido nunca "el espíritu navideño" que usted, estimado no-lector, puede apreciar en alguna película estadounidense o similar, para mí la idea de Navidad es estar juntos, disfrutar de una cena un poco diferente a la de un día normal, no mucho y por último , y si la situación lo permitía, intercambio de regalos, listo, sencillo, sin demasiada gente, sin etiquetas, en paz y por esto es que realmente anhelaba la época. Ahora ya no, un mes más, un día más, donde se puede comer más que otros días, algo momentáneo,como si todo, de un momento a otro "me resbalará". No sé si es por el hecho de extrañar esa sencillez de antaño, o si es tal la cantidad de estrés que he manejado últimamente que cuando llega el tiempo en que no está, el daño que ha causado no permite disfrutar de todas estas cosas, aunque, estás cosas que antes disfrutaba ya no son lo que eran. No sé que tan claro quede la idea, pero el punto es ese.

Creo que todo desemboca en que extraño y añoro las cosas sencillas, la época en que nada era TAN complicado, donde mis preocupaciones eran cualquier tontería como que llegará algún primo para poder empezar a jugar o algo por el estilo, donde para una tarde divertida solo se ocupaba una bola y tres "compas" más. Hay cierta simplicidad que se ha perdido con los años...

Pero en fin, todo pasa, y como dice el refrán: "Año nuevo, vida nueva" basada en la concepción filosófica del "Eterno Retorno" donde el 31 de Diciembre todo se extingue para que emerja un 1 de Enero "nuevo", recalentado y con 15 kilos de más pero con nuevos proyectos y ambiciones, no sé, así se supone que debe ser, algunos risibles, otros alcanzables, todos con proyectos, todos con ilusiones y si le confieso estimado no-lector, que yo no las tengo, que las mías muy probablemente no han llegado y estén en una playa descansado y que tal vez la estén pasando tan bien que no tengan planeado venir pronto, ¿Dónde se fue la "magia", dónde está la chispa?, ¿Será que dejé la "pasión" en algún bus olvidada?...

Una frase que se le atribuye a H. F. Amiel dice: "Sin pasión, el hombre solo es una fuerza latente, que espera una posibilidad, como el pedernal, el choque del hierro para lanzar chispas de luz"... Quizás esto sea en parte lo que estoy pasando en este momento y me refiero a hacer todo en "automático": Te matriculas, vas a clases, sufrís, haces algunos exámenes, proyectos, tareas, luego pasas o repruebas, aprendes un poco para la próxima y se inicia otra vez el proceso, así hasta concluir la carrera y luego se trabaja, se disfruta un poco lo trabajado, y "Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad." (Eclesiastés 1:2 RV60)

Es cuando analizo otra vez mi caso, no sé por qué todos estos días los he dedicado a cuestionarme cosas, a replantear otras y equivocarme en todas. Todas estas dudas, todos estos repetidos errores que cometo me hacen cuestionarme muy seriamente la calidad de Cristianismo que estoy viviendo, y aquí la culpa en ningún momento es de Dios, sino recae en él que aquí escribe, ¿Cuán lejos se puede llegar a estar del punto deseado si constantemente decido alejarme de él?. No sé si esto le pasa a todos o solo a mí, decía una vez C. S. Lewis, en un tratado sobre Castidad: "Y es que hay dos fuerzas dentro de mí que pugnan contra el ser humano que quiero llegar a ser: el «yo animal» y el «yo diabólico». Este último es el peor de los dos." No estoy completamente seguro que la última parte sea cierta, porque si por "yo animal" tomo todo lo que mi carne desea, las cosas que hay en mí, que me llevan a alejarme de donde realmente quiero estar porque van a favor de TODO lo que debo hacer para alejarme de ese punto de comunión con Dios en que debo y quiero estar, no creo que sea menos débil que el "yo diabólico", tomando este último como el orbe creado y  me sugiere que me aleje de ese punto. Porque el "yo animal", en lugar de fuerza es un cuerpo que arrastro, está ahí TODAS las mañanas, metido dentro del espejo, vistiendo mi ropa, más voraz e insaciable que al noche anterior, nunca se conforma con poco, siempre se levanta dispuesto a alejarse más, y nunca puedo yo alejarme de él, con él cargo y a él arrastro. Entonces el "yo diabólico" no se quiere quedar atrás, siempre susurrante, encargado de pintar todo gris, siniestro y cíclico, con pancartas de mis fantasmas en las paredes y todo esto no me deja avanzar, es como una lucha sin cuartel y sin descanso que nunca acaba . Quién sabe si alguien entienda tanto disparate, si me pasa solo a mí o a todo el mundo, por lo que la idea de un botón de "restart" en la vida sería algunas veces de mucha utilidad...

Decía Facundo Cabral que : "Siempre se puede empezar de nuevo, En una eternidad siempre se puede empezar de nuevo" y quizás cuando decía esto tenía en mente algo parecido al botón de "restart" que describo arriba, "borrón y cuenta nueva" y que ÉL se encargue de la limpieza, que cargue con los muertos que cargo, acercarme a lo que ÉL quiere para mi vida. Dice en Lamentaciones 3 que las misericordias de Jehová son "Nuevas cada mañana", empezar de nuevo, con misericordias nuevas, nada de repeticiones cíclicas e infinitas, todo nuevo, todas las mañanas, limpio, sin pancartas ni fantasmas... Quizás con esto regrese, sin que me de cuenta, la "pasión" que en el camino perdí o me encuentre algo mucho mejor en alguna "compra-venta" en San José a cambio de todo lo que tenga, no lo sé...